DKC Capítulo 26

El Rey Demonio Persigue A Su Esposa: La Rebelde Señorita Buena Para Nada

Capítulo 26 ─ 

¡Realmente Debo Agradecerte!

¿Dar rienda suelta a fantasías salvajes? La visión de Su Luo cayó sobre el centro de sus bellas manos. La evaluación había dado como resultado que el talento dentro de esas manos no era inferior a cualquier otra persona. No sólo eso, en realidad era el talento de un genio entre genios, un talento rara vez visto cada ciento de años.

Aunque…. un pequeño problema había aparecido en ese momento, pero definitivamente encontraría la razón.

Su talento innato no debía quedarse escondido, quería estar en la cima del mundo y dejar que aquellas personas que la pisotearon, se lamentaran de haber elevado sus cabezas para despreciarla.

Al ver a la aturdida Su Luo, otro ataque de ira surgió dentro del corazón de Su Zian.

‘Esa decepción de hija, me sofoco de ira cada vez que la miro.’

─ “Si no tiene ningún otro asunto aquí, retírese rápidamente.” ─ Con un gesto de impaciencia de sus manos, como si estuviera sacando a un mendigo, despidió a Su Luo.

─ “Oh.” ─ Su Luo dio unos pasos y se detuvo para girarse y mirar profundamente a su padre. De repente, una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa tan dulce y seductora como la Reina de la Noche, tan deslumbrante a la vista. ─ “Honorable padre, hoy dijo que me fuera, no se debe arrepentir después.”

─ “Hum. De hecho, Padre posee remordimientos; el profundo pesar de Padre es haberle permitido, a una sin vergüenza buena para nada, nacer en aquel entonces.” ─ Su Zian no habló, en realidad fue Su Xi quien respondió, se burlaba de ella mientras levantaba su barbilla arrogantemente.

Su Xi se burlaba con una soberbia altiva mientras observaba a Su Luo, su expresión arrogante lucia como si hubiera estado observando a una pequeña hormiga. ─ “Su Luo, es importante que conozca sus propios límites. Dado a que eres lo más bajo de todos los perdedores, entonces largase y regrese a su humilde vida, la cual no es muy diferente a la de un perro. ¡Dese prisa y largase! ¡Sólo con verte me hace enojar!”

Sin el Príncipe Heredero presente, los modales dulces Su Xi desaparecieron por completo, mientras exponía su mal genio y su verdadera naturaleza poco razonable.

A pesar de que Su Xi había pronunciado palabras abusivas contra Su Luo y la había comparado con un perro, Su Zian no refutó ni una sola palabra. Eso era suficiente para ilustrar que lugar ocupaba la existencia de Su Luo en el corazón de esa familia.

Su Luo no se molestó en intercambiar insultos con Su Xi, sólo le lanzó una mirada profunda a Su Zian, fijándose en él hasta el punto de estremecerle el corazón.

Justo cuando Su Zian estaba a punto de hablar, Su Luo inmediatamente se giró y sin dudar, con grandes pasos, dejó ese frió y sofocante lugar.

Mientras camina, se reía en secreto en su corazón. ‘Su Zian, tomaste una decisión el día de hoy, ni siquiera pienses en pedir prestado mi brillo en el futuro.’

Su Zian era completamente inconsciente de lo que había perdido después de su anterior apatía hacia Su Luo.

Si supiera que estaba perdiendo a una hija con un espíritu innato de color purpura, una boticaria elemental dual de madera y el fuego, tal vez lo lamentaría hasta que sus intestinos se convirtieran en un negro verdoso.

Por desgracia, en el mundo no existía medicina para el arrepentimiento. Él utilizó fría indiferencia y negligencia para producir esa situación amarga, situación que tendría que tragarse por si mismo.

En compañía de Lu Luo, Su Luo salió lentamente de la sala principal.

En ese momento, el sol estaba en su punto más fuerte, evidente y deslumbrante para la vista.

El rostro de Su Luo lleva una suave sonrisa, el compromiso finalmente se había cancelado, ella ya podía suspirar de alivio. En cuanto al odio del Príncipe Heredero hacia ella… es de suponer que el Príncipe Heredero estará tan ocupado, que no debería tener tiempo para buscarla.

De repente, los ojos de Lu Luo se iluminaron mientras señalaba hacia maleza donde se encontraba un deslumbrante colgante de jade. ─ “Señorita, hay un colgante de pez de jade púrpura allí.”

Lu Luo lo recogió y se lo entregó a Su Luo.

Su Luo miró el colgante de pez de jade púrpura, sentía que era algo familiar. De repente, tuvo una revelación dentro de su mente mientras una sonrisa astuta y estrecha aparecía lentamente. Sus ojos brillaban como la luz de las estrellas, y la comisura de sus labios se curvaban en una sonrisa misteriosa.

─ “¿Señorita?” ─ Lu Luo no entendía, ¿por qué estaba su señorita sonriendo tan misteriosamente mientras miraba el colgante de pez de jade púrpura?

─ “¡Bueno Lu Luo, realmente debo agradecerte!” ─ Su Luo la elogio.

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